EDITORIAL

Es de los monopolios, que se creían dueños de la información.

Argentina festeja una nueva independencia.

El 10 de Octubre el Pueblo demostró que es un derecho de la Humanidad. Más de 40.000 almas mostraron su apoyo en la Plaza de los dos Congresos. El Decreto Ley 22185 que regulaba la radiodifusión en Argentina, indefectiblemente tenía fecha de defunción, más allá de que se encontraba en terapia intensiva y de que se intentaba mantenerla viva con distintos tratamientos y experimentos de últimos recursos o parches improvisados, este decreto ley algún día moriría. El último intento por mantenerla con vida fue durante la noche del 9 de octubre, pero en la madrugada del 10 , pese a las más de 24 inyecciones que le dieron para mantenerla viva o al menos estirar su agonía para intentar revivirla, dejó de existir (Nunca me había alegrado por la muerte de alguien), y con otras 44 hicieron posible que una nueva Ley, que ya sabíamos que vendría a salvarnos, a devolvernos eso que nos habían robado y que a diario nos refregaban por el rostro diciéndonos – “Mira lo tengo yo, y vos tenés que pensar o hacer lo que yo te digo, como te lo digo y cuando te lo digo; porque yo hablo por vos, pienso por vos porque yo soy mejor que vos” - viera la luz. La “Ley de Servicios de Comunicación audiovisual” llegó para que estos se den cuenta que el pueblo sabe hablar, piensa y hace sin necesidad de que alguien les diga el como y el porque. Reutemann, Solá, Cobos, Macri, Carrió, son algunos de los que se mostraron en contra del tratamiento del Proyecto, al igual que De Narváez que ahora deberá desprenderse del grupo América. Macri dijo el 10 de septiembre cuando se fotografió muy alegre con el vicepresidente Cobos – “Queremos ratificar la voluntad de que se debata una nueva Ley de Radiodifusión pero en tiempos razonables. Se les debe dar la oportunidad de participar a todos los referentes. Queremos que se decida con la nueva composición del congreso”-, desprestigiando a los diputados y senadores que tienen mandato hasta el 10 de diciembre, desconfiando tal vez o asegurando (por qué no) de que sus “aliados” (para utilizar sus mismos términos) no iban a desempeñar, a su entendimiento, un buen papel. Desconociendo también o negando los distintos foros que se realizaron en todo el País, donde surgieron más de mil propuestas que fueron analizadas y tomadas en cuenta para elaborar el documento que finalmente llegó al Congreso. También de estos foros surgió otro documento de la “Coalición por una radiodifusión democrática”, llamado “21 APORTES” En esta campaña de desprestigio también participaron los medios, todos los que ven que la ley les “quita el poder del que se apropiaron” y otros que se subieron a ese “Cavallo”, presentando el proyecto, como “La Ley K”, pero este desprestigio no solo es con la Ley de Medios. Para dar algunos ejemplos, yo no recuerdo (tal vez será por mi corta edad O MALA MEMORIA) de que a la “Caja P.A.N” se la halla conocido como la “Caja A”, o las casas del Plan Federal de Viviendas se la conociera con el nombre de “Casitas M”, no recuerdo haber escuchado, leído o visto algún epígrafe con la frase “Escuelas D”, usted, que tiene algunos años más que yo ¿recuerda algo? Hoy, todo lo que tenga la firma del Gobierno es denigrado o estigmatizado con la letra K, Inicial del Apellido del Esposo de la Actual Mandataria y anterior Presidente Argentino. Antes, Cristina era la que llevaba los pantalones y Néstor, hacia lo que decía su esposa, ahora es Kirchner el que le dice a su esposa lo que tiene que hacer. Yo no me considero oficialista, pero veo que este desprestigio no ocurre sólo con los proyectos del gobierno, sino también con aquellas propuestas de la sociedad que el gobierno toma como propias y las ejecuta, como ocurre con lo que fue el “Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”, hoy Ley. Para continuar con la estigmatización y denigración, se escucho decir y se leyó en algunos medios que la “Coalición por una Radiodifusión Democrática”, es una agrupación que nuclea a organizaciones afines al gobierno, también se la tildó como Pro Kirchnerista. Para ellos, que no entienden de Organización Democrática, la “Coalición por Una Radiodifusión Democrática” es un espacio horizontal, sin liderazgos personalizados, unidos por una idea de democratización de la palabra y la lucha por el Derecho a la Comunicación. Confluyen en ella organizaciones opositoras al gobierno y otras más cercanas a él; consensuan permanentemente las convocatorias a distintas organizaciones y no se permite otro debate más que no fuera el de la nueva Ley. Desde su conformación a la fecha se han adherido distintas organizaciones, superando hoy las 300. Para hacer un poco de Historia. En el 2004 en Piedras 575 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, comienzan las primeras reuniones de lo que luego fue la “Coalición por una radiodifusión democrática”. De estas reuniones y debates de las que participaron radios comunitarias, universidades, sindicatos y centrales obreras entre otras organizaciones de la sociedad, surge el documento “21 Puntos Básicos para una radiodifusión democrática”, base fundamental de la Ley sancionada el 10 de octubre. Este documento fue dado a conocer por Radio Nacional y las que forman parte de FARCo (Foro Argentino de Radios Comunitarias), y otras Radios Universitarias el 27 de agosto del 2004, festejando “El día de la Radiodifusión”. Desde que los medios monopólicos debieron darle la visibilidad que ya tenía al proyecto de ley, o en todo caso reconocerlo, se intento minimizar, estigmatizar o denigrarlo, junto a la oposición se opusieron justamente a que llegue al congreso y sea tratado. Esta denigración también ocurrió dentro del recinto, perdiendo el tiempo en críticas en todo momento del debate al oficialismo, al gobierno, a la envestidura presidencial o al accionar del mismo en vez de analizar el contenido del proyecto. De la misma manera, para los medios, aquellos miembros de la oposición que manifestaron su apoyo a la Ley eran “vendidos”, y los oficialistas que se mostraron en contra son” Patriotas”. Esta manipulación de la información no le hace bien al País, no resulta positivo para el pueblo, ni muestra una convicción democrática y esto se debe justamente a los intereses que tienen estos sectores. Tal vez sea bueno, en algún momento sociabilizar la historia concreta de estos actores. El decreto Ley que el sábado por la madrugada muriera, había nacido para callar voces, tapar la realidad y mentirle al pueblo bajo la doctrina de la “Seguridad Nacional” la nueva Ley llega para devolvernos Derechos que nos fueran arrebatados, porque la información no es una mercancía, es un Derecho Humano. El punto 10 del documento “21 puntos”, que reitero es base fundamental de la nueva ley dice: No podrán ser titulares de licencias de Servicios de Radiodifusión ni integrantes de sus órganos directivos, quienes ocupen cargos electivos oficiales Nacionales, Provinciales, o municipales, funcionarios públicos de los distintos poderes, miembros de las fuerzas Armadas y de seguridad, como así tampoco aquellos que hayan tenido participación comprometida con violaciones a los derechos humanos. Yo, me pregunto, ¿no será que la cúpula del Grupo Clarín (Que denunciaron que esta ley era una guerra contra ellos), están nerviosos porque puede comprobarse que son participes responsables de la dictadura Cívico Militar ocurrida en Argentina en 1976? No será que la señora de Noble no adoptó legalmente a sus hijos, y es responsable de una apropiación? ¿Será que si todo esto se comprueba, puede quitársele legalmente todas las licencias al grupo y buscar nuevos oferentes y sin que ellos reciban a cambio un solo peso? El 9 de octubre próximo pasado, en la Plaza de los Dos congresos nos reunimos para realizar una transmisión especial para FARCo y ALER, con relación al tratamiento del proyecto de ley, la transmisión comenzó a las 17 con una Radio Abierta de la que participaron entre otros: Arturo Bonín; Claudio Morgado; Ignacio Copani; El Otro Yo, Miguel Cantilo; Hormigas Negras; referentes culturales de los Pueblos Originarios; músicos populares, entre otros. Para utilizar términos de mercado, algunos especialistas en números que se encontraban en el lugar, y seguían el minuto a minuto, a eso de las 20:00 en la plaza habían cerca de 40.000 almas y, el pico de rating lo tuvimos cerca de la medianoche cuando en la plaza habían mas de 70.000 personas, yo soy malo para los números, asique no me tome el tiempo de contarlas, pero si les puedo asegurar que de la fiesta participamos muchos, y que de ahora en más cada 10 de octubre los Argentinos, vamos a festejar, una Nueva Independencia.

Gabriel Barrios