Tras más de doce horas de debate iniciado en la tarde del martes, el proyecto fue aprobado por 126 votos positivos contra 109 negativos (cinco abstenciones), en un resultado que reveló diferencias dentro de la mayoría de los bloques en este tema.
Es que a diferencia de otras cuestiones, los bloques, tanto del oficialismo como de la oposición, dispusieron la libertad de acción de sus integrantes a la hora de votar, tal como sucedió anteriormente con los debates sobre divorcio y salud reproductiva.
El tratamiento se desarrolló en el marco de una sesión especial, que comenzó poco después de las 14.30 del martes con la presencia de 140 legisladores y, debido al gran número de oradores, concluyó a las 2.45 de hoy. Luego, la sesión pasó a un cuarto intermedio hasta las 14.
El proyecto de matrimonio homosexual fue respaldado por los bloques de centroizquierda, el GEN y el socialismo y parte del Frente para la Victoria, la Coalición Cívica, la UCR, el Peronismo Federal y sólo algunos legisladores del bloque del PRO. Entre los que manifestaron reparos para apoyar el dictamen de mayoría, los discursos coincidieron en la necesidad de la universalidad de la unión civil sin posibilidad de adopción.
La encargada de defender el dictamen de mayoría, la diputada nacional Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro), afirmó que el proyecto "otorga derechos a quienes los tenían restringidos" y protege legalmente a los niños adoptados por homosexuales.
"Hay cientos de niños adoptados por parejas homosexuales porque es una facultad otorgada desde siempre en la ley de adopción, que no pregunta si alguien es heterosexual u homosexual", explicó Ibarra en el recinto.
Más allá del dictamen de mayoría que debatía el pleno de la cámara baja, otros bloques como el PRO, la Coalición Cívica y el Peronismo Federal presentaron despachos de minoría.
En tanto, en representación de uno de los dictámenes de minoría, Federico Pinedo (PRO) admitió que no todos los integrantes del bloque respaldarían ese texto y se pronunció a favor de una unión civil que, dijo, otorga más libertades que las que tienen actualmente los contrayentes de un matrimonio civil.
Pinedo destacó que esa propuesta no ingresa en ese debate de fondo por la adopción "porque no queremos que se obligue a los jueces a otorgar posiciones cuando podrían considerar que no es lo más conveniente para un caso concreto".
La postura de la Coalición Cívica fue expuesta por la diputada Alicia Terada, quien dijo profesar el budismo y se mostró a favor del reconocimiento de los derechos civiles "de todas las personas no sólo de las del mismo sexo" y propuso la creación de una "unión familiar".
Por su parte, y en representación del tercer dictamen de minoría, el diputado sanluiseño Mario Merlo, del Peronismo Federal, se pronunció en contra del dictamen de mayoría, al advertir que "lo que está en juego es el concepto de matrimonio y no la consideración sobre las personas homosexuales y sus derechos".
En cambio, el titular del bloque Peronismo Federal, Felipe Solá, se pronunció enfáticamente a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, al considerar que "el amor no es propiedad de los heterosexuales" y afirmó que con esta iniciativa "estamos haciendo justicia para quiénes no eligieron su condición sexual".
También, desde el oficialismo, la diputada nacional Juliana Di Tullio (Frente para la Victoria) expresó su apoyo a habilitar el casamiento entre personas del mismo sexo por entender que el matrimonio "no puede estar restringido para una porción de la sociedad".
Por su parte, el diputado de Solidaridad e Igualdad Eduardo Macaluse manifestó su respaldo al matrimonio entre personas del mismo sexo y puso de relieve que con esta iniciativa "estamos desmontando una barrera discriminatoria".
El ex presidente y diputado Néstor Kirchner, designado ayer como secretario general de Unasur, participó en la última etapa del debate y votó a favor del proyecto.
El proyecto -que reúne iniciativas de la ex diputada socialista Silvia Augsburger y de la propia Vilma Ibarra- otorga derechos a beneficios previsionales, licencias especiales y extraordinarias, asignaciones familiares y a obras sociales, entre otras cuestiones, como el uso de bienes compartidos.
La propuesta, debatida desde el año pasado en la cámara baja, contó con el respaldo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FALGBT) y de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), cuyos dirigentes presenciaron el debate desde los palcos y aplaudieron los discursos en defensa de la iniciativa.
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